miércoles, 25 de noviembre de 2009
la pasionaria
¡Pueblo de España en pie!
¡Mujeres! ¡Defended la vida de vuestros hijos!
¡Defended la libertad de vuestros hombres!
Todos los sacrificios imaginables,
antes de consentir que triunfen las fuerzas
que representan un pasado de opresión, un pasado de tiranía.
Todos contra la reacción.
Todos contra el fascismo.
Un solo frente
Una sola unión,
hombro con hombro, unidos todos, hasta acabar con el enemigo.
¡Abajo los generales facciosos!
¡Abajo los elementos contrarevolucionarios!
¡Vivan las bravas milicias populares!
¡Vivan las fuerzas leales que luchan al lado de los trabajadores!
¡Viva la República!
¡Viva la democracia!
¡Abajo el fascismo!
¡Abajo la reacción!
(a partir del 1'26)
Hombres que seguramente no nacieron de mujer,
hombres que posiblemente no tuvieron madre,
decían -queriéndoos insultar a vosotros y queriéndome insultar a mí-
que los trabajadores que en todos los frentes dan la vida y la sangre por la causa de la libertad,
eran hijos de Pasionaria.
Pensaban hacerme una ofensa y no pudieron hacerme mayor honor que considerarme vuestra madre,
que considerarme la madre de todos los heroicos combatientes que en nuestros frentes de lucha,
no vacilan en sacrificar su vida por la causa de la libertad,
por la paz,
por la justicia,
por la cultura,
por el progreso,
y por la República.
___________________
¿se nota que me estoy leyendo la biografía de santiago carrillo?
viernes, 20 de noviembre de 2009
juan diego florez
déjame que te diga la gloria
del ensueño que evoca la memoria
del viejo puente, del río y la alameda
déjame que te cuente, limeña
ahora que aún perfuma el recuerdo
ahora que aún mece en su sueño
el viejo puente del río y la alameda
Jazmines en el pelo y rosas en la cara
airosa caminaba la flor de la canela
derramaba lisura y a su paso dejaba
aroma de mixtura que en el pecho llevaba
Del puente a la alameda
mundo pie la lleva
por la vereda que se estremece
al ritmo de sus caderas
recogía la risa de la brisa del río
y al viento la lanzaba
del puente a la alameda
Déjame que te cuente, limeña ¡ay!
deja que te diga morena mi pensamiento
a ver si así despiertas del sueño
del sueño que entretiene, morena,
tus sentimientos
Aspiras de la lisura
que da la flor de canela
adornada con jazmines
matizando tu hermosura
Alfombras de nuevo el puente
y engalanas la alameda
el río acompasara tu paso por la vereda
Jazmines en el pelo...
Del puente a la alameda...
del ensueño que evoca la memoria
del viejo puente, del río y la alameda
déjame que te cuente, limeña
ahora que aún perfuma el recuerdo
ahora que aún mece en su sueño
el viejo puente del río y la alameda
Jazmines en el pelo y rosas en la cara
airosa caminaba la flor de la canela
derramaba lisura y a su paso dejaba
aroma de mixtura que en el pecho llevaba
Del puente a la alameda
mundo pie la lleva
por la vereda que se estremece
al ritmo de sus caderas
recogía la risa de la brisa del río
y al viento la lanzaba
del puente a la alameda
Déjame que te cuente, limeña ¡ay!
deja que te diga morena mi pensamiento
a ver si así despiertas del sueño
del sueño que entretiene, morena,
tus sentimientos
Aspiras de la lisura
que da la flor de canela
adornada con jazmines
matizando tu hermosura
Alfombras de nuevo el puente
y engalanas la alameda
el río acompasara tu paso por la vereda
Jazmines en el pelo...
Del puente a la alameda...
jueves, 19 de noviembre de 2009
teodulfo lagunero
La entrevista fue sensacional, un placer escuchar a este tipo de gente que parecen formar parte de la historia viva. (Y encima también conocido de Menéndez, el de Uría&Menéndez...)
No he encontrado la entrevista completa, precisamente la parte final fue la más interesante:
Teodulfo Lagunero, con las cartas boca arriba
Empresario y mecenas 'rojo', reúne sus vivencias durante la guerra civil y el franquismo en el primer volumen de sus memorias
RAFAEL CORTES
www.elcomerciodigital.com
www.elcomerciodigital.com
Como buen jugador de mus, Teodulfo Lagunero sabe que en muchas ocasiones es más importante saber jugar las cartas recibidas que empezar con una buena mano. Tal vez por ello, en la introducción de su nuevo libro explica que escribir unas memorias «consiste en decir qué cartas nos dio la vida y cómo las jugamos». Este defensor a ultranza de la República, abogado, empresario, mecenas, millonario y comunista histórico reconoce que las suyas eran malas cuando empezó su partida vital, en 1927. Ahora le corresponde a los lectores valorar si jugó bien o mal sus naipes a través de la obra 'Memorias. La extraordinaria vida de un hombre extraordinario', que acaba de publicar Umbriel-Tabla Rasa y que, tal y como adelanta su autor, tendrá continuidad pronto con un segundo volumen.
La obra de este 'niño de la guerra' abarca desde su nacimiento en Valladolid hasta los primeros años 80, en los que confiesa que por culpa de la situación del país, de la política y de los acontecimientos internacionales, se «descorazona» y decide abandonar la política activa y la abogacía para retirarse a Fuengirola.
La escritora Almudena Grandes firma el prólogo de esta obra apasionada, densa, autobiográfica y que recupera parte de los diarios que el autor escribió durante los años que estuvo exiliado con los comunistas. Para Grandes, es una obra que brindará al lector «un festín, un banquete que le precipitará en una borrachera de sorpresas y de emociones, desde sus primeras páginas hasta las últimas».
Un título firmado por un «brillantísimo estudiante», al que en su opinión definen palabras como «lealtad, solidaridad, voluntad o, por cambiar de rima, talento, arrojo, imaginación, creatividad, coherencia e incluso, en el mejor sentido de la palabra, sentimentalismo». Recuerda también la autora cómo fue Lagunero el que compró la casa en la que se instaló Carrillo en la clandestinidad, con el que pasó la frontera en dieciocho ocasiones y que lo trajo de vuelta a España y el que organizó también el regreso de Rafael Alberti y María Teresa León meses más tarde.
Éste es Teodulfo Lagunero visto por Teodulfo Lagunero. Un autor que se crió «en una familia normal de clase media», según sus propias palabras, pero pronto llegaría la guerra y, con ella, su «primera lección de la vida».
El empresario y mecenas explica a este periódico cómo fue ese acontecimiento que marcó su vida. «Tenía ocho o nueve años y en los primeros días de la guerra mi hermano y yo vemos cómo fusilan los republicanos en el Guadarrama a un capitán de la guardia civil. Eran los primeros días de la guerra y allí en Guadarrama, los enfermos iban a curarse la tuberculosis respirando aire puro. Habilitaron unas dependencias para hospital y otra para los niños y allí estuvimos nosotros quince o veinte días. Salíamos a corretear y presenciamos, además del fusilamiento, las escenas de los milicianos llegando en camiones, con fusiles, cantando la Internacional. Ésa fue mi primera lección de la vida», señala. «Después de aquello, mi padre nos encerró en el sótano para que no saliésemos, porque se enfadó mucho cuando se enteró de que habíamos visto eso», añade.
Una experiencia traumática que marcó a Lagunero, aunque no sería la única ya que, tal y como recuerda, hasta los 39 años tuvo que vivir en un régimen político y social «primero de terror y luego represivo en todos los aspectos». Su padre era catedrático de la Institución Libre de Enseñanza y fue encarcelado en varias ocasiones, destituido de sus méritos académicos y sus bienes fueron incautados por «responsabilidades políticas». Su hermano fue detenido también y juzgado por un consejo de guerra, igual que el propio Teodulfo Lagunero.
Hambre y sufrimiento
Pasó hambre y vio sufrir a su madre y a su familia, y tuvo que ejercer toda clase de trabajos, empezando como barquero en el Pisuerga, hasta convertirse en un empresario de pro en el sector de la construcción.
Vivirá en el Madrid republicano, «con sus desbarajustes, con su heroísmo, con sus crímenes». Aprenderá «palabras nuevas para un niño como 'quinta columna' o 'los pacos', que eran los fascistas que se subían a los tejados y pegaban tiros». En Valencia presenciará los bombardeos «terribles y enormes» que asediaban la ciudad. Incluso contempló cómo una de esas incursiones destruyó la mitad de su casa, tras lo que se tuvieron que instalar «con unas camas y unas mantas en el instituto donde mi padre daba clases».
Vivió también «la represión y el terror franquista, los asesinatos, y los paseos. Porque Franco hizo canalladas, una de las cuales fue dividir España en dos, vencedores y vencidos», sentencia Lagunero. «Yo pertenecía al segundo grupo y las familias de los vencidos fueron pisoteadas durante cuarenta años con las botas».
Afan de superación
A pesar de todo, el afán de superación de Lagunero lo llevó a estudiar Derecho y Filosofía y Letras, puso una academia en Valladolid y se metió en el mundo de los negocios. A comienzos de los 60 funda una sociedad para comercializar un proyecto turístico-residencial llamado El Encinar del Alberche, para el que se inventó un sistema de márketing que fue todo un éxito. Su lema: 'Cinco minutos para comprar y cien meses para pagar'. Ahí comenzó su éxito en los negocios, con la ya popular invención de 'la parcela'.
El 1 de mayo de 1968 durante una estancia en París el autor tiene ocasión de participar en una manifestación en la plaza de la Bastilla, un acontecimiento que marcaría toda su vida. Allí conoció al poeta Marcos Ana, que era miembro del comité central del PCE y que formaba parte de una organización dedicada a ayudar a todos los que llegaban a Francia huyendo del franquismo, a la que Lagunero quiso sumarse también.
«Siempre tuve claro que tenía que dedicar mi dinero a los que luchaban contra el franquismo, porque ante todo era un antifranquista, quería la libertad de España, y aquello era irrespirable», indica.
En el libro repasa también otras amistades y relaciones con el mundo de la política y con destacados representantes de la cultura, un tema este último que ya abordó en su libro anterior, 'Una vida entre poetas: de Pablo Neruda a Antonio Gala' (La Esfera de los Libros).
Entre esas personalidades del mundo de la cultura con los que mantiene amistad, además de los citados, el autor destaca al poeta Manuel Alcántara, «de las personas más cultas e inteligentes que he conocido».
martes, 17 de noviembre de 2009
camps
Me gustaría que los partidos no se apropiaran de las cosas que no les pertenencen. Y no lo digo ya porque roben, lo digo porque no me gusta que el señor Camps se venda en Valencia como el adalid del valencianismo, como si hubiera inventado él mismo el valenciano y todas nuestras tradiciones, como si el no tener sus mismas concepciones te catalogue como una especie de agente catalanista, o como si los valencianos sólo podamos encomendarnos a él para que defienda nuestros intereses, y todos los demás seamos unos vendidos que no queremos a nuestra tierra. Me molestó mucho ver a gente con banderas de Valencia cuando él salía del Tribunal, como si la bandera formara parte del espíritu campista. ¡Cuánta tontería y cuánta ignorancia! Basta ya. No se apropien de lo que no es suyo. Esto no es un ataque contra una comunidad. Muchos valencianos no compartimos sus políticas de cacique, ni que se crean que el ganar unas elecciones les legitima para hacer todo lo que les parezca bien. Somos muchos, por lo visto no la mayoría, los que no compartimos su gestión urbanística, de cultura (sin comentarios), o turística basada en grandes eventos para grandes fortunas, que sólo tocan a la gente de aquí muy por encima, sin potenciar verdaderamente los recursos que pueda tener esta tierra y que la hace extraordinaria.
No creo que sea de cobardes el no enfrentarse a él. Al contrario, al buscar la confrontación Camps pretendía abusar de su posición de superioridad rodeado de su gente y de los medios de comunicación con los que trata habitualmente. Él es un político, y como personaje público, debe tolerar con más amplitud que cualquier ciudadano le espete en cualquier momento lo que opina de él. Máxime, cuando aparece por les Corts cuando mejor le parece, dejando plantada a la oposición discutiendo sola. O, peor, si comparece, tal y como ha sucedido, contradice sus propias declaraciones. Un presidente, no ya que haya robado, pero sí que haya mentido descaradamente, no debería marcharse? Pero éste es el respeto por las instituciones del que hace gala. Y no es que quiera que se vaya con la esperanza de que ganen las oposiciones los otros, porque tampoco creo que lo fueran a hacer, pero creo que aferrándose al poder, ponen por encima de todo a sus ambiciones, y con ello están dando un espectáculo bochornoso para los cargos que ostentan.
Tiene algo de razón el sujeto del video cuando dice que no representa a nadie, bueno a alguien sí, pero desde luego yo tampoco me siento representado por este señor.
No creo que sea de cobardes el no enfrentarse a él. Al contrario, al buscar la confrontación Camps pretendía abusar de su posición de superioridad rodeado de su gente y de los medios de comunicación con los que trata habitualmente. Él es un político, y como personaje público, debe tolerar con más amplitud que cualquier ciudadano le espete en cualquier momento lo que opina de él. Máxime, cuando aparece por les Corts cuando mejor le parece, dejando plantada a la oposición discutiendo sola. O, peor, si comparece, tal y como ha sucedido, contradice sus propias declaraciones. Un presidente, no ya que haya robado, pero sí que haya mentido descaradamente, no debería marcharse? Pero éste es el respeto por las instituciones del que hace gala. Y no es que quiera que se vaya con la esperanza de que ganen las oposiciones los otros, porque tampoco creo que lo fueran a hacer, pero creo que aferrándose al poder, ponen por encima de todo a sus ambiciones, y con ello están dando un espectáculo bochornoso para los cargos que ostentan.
Tiene algo de razón el sujeto del video cuando dice que no representa a nadie, bueno a alguien sí, pero desde luego yo tampoco me siento representado por este señor.
lunes, 9 de noviembre de 2009
domingo, 1 de noviembre de 2009
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