viernes, 30 de abril de 2010
shakespeare en paris
Podríamos explicar las cosas de otro modo. Ha habido dos famosas librerías Shakespeare and Company en París: la de Sylvia Beach, en la rue de L'Odeón, y la de George Whitman, en la rue de la Bûcherie. Aunque eso tampoco es del todo cierto, porque la primera Shakespeare and Company la inauguró Sylvia Beach en el 8 de la rue Dupuytren, en noviembre de 1919.
Entonces Sylvia tenía un loro llamado Guapo, así, guapo, en español, un loro que bebía té con limón. Y más vale que sepan que Sylvia Beach, nacida en Baltimore, hija de un pastor presbiteriano, no se llamaba en realidad Sylvia sino Nancy. De modo que acaba resultando que la verdadera Sylvia Beach es la hija de George Whitman.
Para entendernos, diremos que la primera Sylvia Beach, la amiga de Joyce, T. S. Eliot, Ezra Pound, Scott Fitzgerald y Hemingway, tuvo su librería inglesa y estadounidense Shakespeare and Company en dos locales de París. En 1921 trasladó su negocio al 12 de la rue de L'Odéon, frente a La maison des amis des livres, la librería francesa que pertenecía a su amiga y compañera sentimental Adrienne Monnier.
James Joyce bautizó los territorios de Sylvia como Stratford-on-Odéon, y ambas libreras convocaban en un pequeño tramo de la calle los mayores talentos de la escena literaria francesa y anglosajona.
Gide, Claudel, Valery, Henri Michaux, Nabokov y por supuesto Joyce, unidos a la gran colonia literaria norteamericana, itinerantes o estables en el París de entreguerras, con la presencia carismática de Gertrude Stein, componían el universo de la Shakespeare and Company original.
Un oficial alemán
La librería se cerró definitivamente en 1941, después de negarse Sylvia Beach a venderle a un oficial alemán una copia del Finnegans Wake de Joyce. Algo más tarde la librera y editora era detenida por los nazis y recluida unos meses en Vittel. Después de la guerra, Beach no volvió abrir su negocio.
Y es en los años 50 cuando George Whitman toma el testigo y abre su librería frente a Notre Dame, animado por su amigo Lawrence Ferlinghetti, otro mítico librero de San Francisco, el alma de City Lights.
Y por aquí pasan Miller y Anaïs Nin y Lawrence Durrell y Burroughs, que conoce en la librería a uno de sus novios, y Gregory Corso, que roba libros, y Kerouac, que ya estaba en el camino. Pero, además, Sartre y Beauvoir y Breton, y otros muchos, algunos de ellos colaboradores de las publicaciones que surgen en torno al librero George Whitman.
http://www.elmundo.es/elmundolibro/2002/08/25/anticuario/1029758904.html
jueves, 22 de abril de 2010
MARUJA TORRES 22/04/2010 para EL PAIS
Había una vez un señor muy poderoso y muy ordinario que llevaba muy mal sus negocios, que quebraban y que dejaban a gente en la calle. Este señor, al que nadie le tosía -menos que nadie quienes se parecían a él-, mandaba en un reino llamado Patronal, y se pasaba por el forro de los pantalones del chaqué cuantas disposiciones contra su forma de llevar sus empresas emanaban de los organismos competentes. Todo esto demuestra, queridos amiguitos y amiguitas, que si tienes buenas agarraderas y de paso algún dossier sobre alguien, miel sobre hojuelas. Y puedes comer perdices el resto de tus días en compañía de tus queridos colegas.
Otro más. Érase que se era, y sigue siendo, una condesa muy mala, muy dura, muy indiferente al sufrimiento y muy vestida siempre de Barbie Mandamás. Y esta mujer, todos los días se comía a alguien para desayunar y, cuando eructaba, todo su reino se cubría de cenizas. La condesa mentía sin que le creciera la nariz, porque el pueblo llano, convencido como estaba de que las condesas son tan buenas como las princesas, y viceversa, la consideraba muy graciosa y muy salá. Entonces ella siempre ganaba las elecciones, con lo que se demostraba, primero, que el pueblo era manso y, segundo, que ella era demócrata. Hijos e hijas, en esta vida hay que ser astutos como serpientes, y cagar Chanel por un tubo.
¡Hay muchos cuentos que jamás pondría al alcance de esos locos bajitos! ¿Recuerdan aquel de un juez y un presidente de comunidad que se amaban tanto, tanto, que llegaron más allá de la impunidad? Qué gran moraleja. Pero dejen a los cuentos clásicos en paz. Que las niñas no son idiotas y los niños no son... ¡Coño, no sigo, que pueden prohibir Supermán!
miércoles, 14 de abril de 2010
edith
asfixiandose bajo el sol y bajo la alegría
oigo en la música los gritos, las risas...
que estallan y rebotan a mi alrededor
y perdida entre entre esta gente que me empuja
aturdida, desamparada, me quedo allí...
Cuando de pronto, yo me vuelvo, él retrocede,
y la muchedumbre que viene, me tira entre sus brazos.
Llevados por la muchedumbre que nos lleva
nos arrastran, aplastados uno contra otro,
no formamos más que un solo cuerpo.
Y la multitud sin esfuerzo
nos empuja, encadenados el uno al otro
y nos deja a los dos
alegres, embriagados, felices
arrastrados por la muchedumbre que se lanza
y que baila una loca farándula
nuestras dos manos permanecen unidas...
Y a veces levantadas
nuestros dos cuerpos enlazados se elevan
y vuelven a caer juntos...
alegres, embriagados y felices.
Y la alegría salpicada por su sonrisa
me traspasa y salta en el fondo de mí
Pero de pronto doy un grito entre las risas...
Cuando la muchedumbre viene a sacarle de entre mis brazos
empujados por la muchedumbre que nos lleva
nos arrastra, nos aleja uno del otro
Yo lucho y me resisto, pero el sonido de su voz
se ahoga entre las risas de los demás
y grito de dolor, de furor y de rabia
y lloro!....
Arrastrada por la muchedumbre que se lanza
y que baila una loca farándula
soy arrastrada lejos
y aprieto mis puños maldiciendo a la muchedumbre que me roba
al hombre que ella me había dado... y que jamás volveré a tener...
martes, 13 de abril de 2010
en relacion a la última entrevista de bárbara rey
Leyendo, leyendo, llegué a esta página:
http://blogs.ya.com/cronicasborbonicas/c_34.htm
en la que se puede leer lo siguiente:
Aclarad la muerte de Sandra Mozarowsky Lo mejor que tienen es la historia de Sandra Mozarowsky. Sandra era una chica argentina. Llegó a España a finales de los 70 y con 18 años ya tenía un carretón en películas del destape. Es superinteresante ver quienes eran sus amigas (y compañeras de trabajo): Nadiuska, Carmen Sevilla (sí, Carmen también enseñaba las tetas por esa época y era menos inocente de lo que parece) y Bárbara Rey. Con esta última, los del foro insinúan que compartía otras cosas además de amistad. Todo se pone cada vez más y más interesante hasta que leemos la última entrevista concedida por la argentina. Digo última porque Sandra murió. En la revista Semana, la actriz comentaba que quería descansar, replantear su carrera cinematográfica y se declaraba contraria al aborto. Poco después, Sandra caía desde la terraza de su domicilio (un sexto piso) y moría. Al parecer, tuvo un desvanecimiento mientras regaba las plantas. Lo mejor claro, es que las fotos del Semana fueron tomadas en dicha terraza y que allí no había ninguna maceta. A partir de ahí, se abren los interrogantes. ¿Por qué Bárbara estaba tan acojonada en el funeral? ¿Sandra, estaba rellenita o embarazada? ¿Por qué se declaraba contraria al aborto sin venir a cuento? Como se puede ver, ser cotilla da para mucho. Aquí hay más argumento que en una película de Amenábar. Y además es muy entretenido.
Despues la Robilland, Marta Gayá, Bárbara Rey, Juncal Rivero, y un largo etc. Todas ellas conocen secretos de estado como los sabían las pobres desdichadas de Nadiusda y Mozarowski.
¡Y a Clinton lo decapitaron por el tema Lewinski!
¿qué será verdad, y qué mentira?
¿Una de humor negro del duro?:
-Eres más malo que.... que el tío ese... el que mató a su hermano...
-¿Caín?
-No, el rey de España.
sábado, 3 de abril de 2010
Patria ingrata, no posees ni siquiera mis huesos
Su fama se debe al hecho de ser el único general romano capaz de derrotar a Aníbal, gesta que le valió la adhesión a su nombre del agnomen de Africano. El hecho de que el pueblo romano le apodara el Aníbal Romano demuestra que fue uno de los mejores generales de la Edad Antigua, el general más destacado de la historia de Roma antigua anterior a Cayo Mario y Julio César. Es descrito por las fuentes antiguas como un hombre de carácter benévolo, de ideología liberal, afable y magnánimo.
Ocaso:
Publio volvió a Roma y se presentó ante el Senado para dar cuentas de sus gastos en las campañas de Oriente, pero, irritado por esa exigencia mezquina, destruyó sus informes delante de los senadores. Por su gran fama el pueblo le apoyó y fue imposible procesarle. Su hermano, Lucio Cornelio Escipión fue encarcelado acusado de malversación de fondos en la campaña de Asia y Publio Cornelio Escipion aceptó un trato según el cual sería desterrado de Roma sin posibilidad de volver nunca ni de participar en la vida pública a cambio de que el senado ordenara la liberación de su hermano.
Murió en su villa de Campania y se negó a ser enterrado en Roma, y su epitafio decía:
Ingrata patria, ne ossa quiedem mea habes
*Patria ingrata, no posees ni siquiera mis huesos.
(gran parte de wikipedia)