martes, 29 de septiembre de 2009

El príncipe Osman


He leído que ha fallecido el príncipe Ertugrul Osman.
En Turquía se le conocía como "el último otomano" y de haberse mantenido el imperio otomano habría sido sultán. Era el último nieto con vida de Abdul-Hamid II que gobernó desde 1876 a 1909.
Osman nació en Estambul, pero cuando aconteció la revuelta de Atatürk que expulsó a su familia, él contaba con 12 años y estaba estudiando en suiza. Posteriormente se trasladaría a un apartamento de Nueva York, donde viviría 60 años.
No regresó a su país hasta iniciados los 90, cuando recibió una invitación del gobierno turco. En su primera visita acudió al palacio del Dolmabahce, donde había jugado de pequeño, y lo visitó en compañía de otros turistas, como uno más.
Era un hombre modesto, y evitaba que se le tratara como un miembro de la realeza pese a que pudo haber sido su Alteza Imperial el Príncipe Shehzade Ertugrul Osman Effendi y dominar un imperio que se extendía por Europa, África y Medio Oriente.
También era práctico y realista, y cuando le interrogaban acerca de la restauración del imperio, afirmaba que no tenía ningún deseo, que la democracia funcionaba en Turquía.
Se consideraba ciudadano del imperio otomano, y por eso se negó a contar con pasaporte de otro país, hasta que a raiz de los atentados del 11s tuvo que recurrir a uno entregado por las autoridades turcas.
Su esposa, Zeynep, pariente del último rey de Afganistán todavía vive.

Su funeral se ha celebrado, inusualmente, en la mezquita de Sultanahmet, donde asistieron varios ministros turcos, autoridades de la ciudad de Estambul, entre una multitud de 5.000 personas que abarrotaba el templo.
Todos los miembros del gobierno destacaron su apoyo a la República, su bondad, modestia y falta de ambición.
El consejo de ministros autorizó que se le diera sepultura junto a su abuelo el sultán Abdul-Hamid II.



1 comentario:

Isabel Barceló Chico dijo...

Parece una persona que merecia esa despedida. Hoy no se entienden los derechos y los privilegios recibidos por razon de nacimiento. Saludos cordiales.